El virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) es una enfermedad sexual que afecta al sistema inmunitario de los gatos, en especial al de las hembras. Esta cepa inusual del virus del VIF, se conoce también como "felvismo" y se caracteriza principalmente porque el virus se dirige a los glóbulos blancos (leucocitos), los cuales son esenciales para combatir las infecciones y mantener el sistema inmunitario. Aunque el VIF es una enfermedad sumamente grave y que no tiene cura en la actualidad, no todos los dueños de mascotas tienen conocimiento sobre sus síntomas, causas y tratamientos. Para que este no sea tu caso, en este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber acerca de la inmunodeficiencia felina. 

¿Qué es la inmunodeficiencia felina?

La inmunodeficiencia felina es una enfermedad en la que el gato presenta una disminución en su producción de glóbulos blancos. Esta enfermedad se hereda como un rasgo autosómico recesivo, y es más común en los gatos que en las personas. Dado que el nivel de glóbulos blancos en el cuerpo es clave para mantener la homeostasis, un felino con un nivel de glóbulos blancos demasiado bajo puede desarrollar enfermedades que pueden ser mortales. Si tu gato tiene la forma felina del VIF, solo producirá un tercio de los glóbulos blancos que un gato normal. Esto le hace más propenso a enfermar y a contraer infecciones con mayor facilidad.

- ¿Qué causa el VIF?

El virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) es un retrovirus que se transmite por contacto con la saliva, las heces o el vómito de un gato infectado. Hay dos tipos de VIF: felino y canino. Se cree que el VIF se transmite a los gatos a través de diversas especies, como los mapaches, las mofetas, los zorros, los lobos, los coyotes, el gorila albino de patas negras, el serval y los humanos.

¿Cómo identificar si tu gato tiene VIF?

Si no estás seguro de si tu gato tiene o no VIF, hay algunos signos que pueden ayudarte a detectar esta enfermedad e informar directamente al veterinario. Presta atención a síntomas como los siguientes: 

- El color del pelaje de tu felino luce apagado y lleno de nudos. 

- Tu gato, sin explicación aparente, evidencia un aumento importante en su apetito. 

- Si tu compañero de cuatro patas tiene una marca blanca en la cara o está cubierto de llagas.

¿Cómo tratar la inmunodeficiencia felina?

Aunque no existe una cura para la inmunodeficiencia felina, hay tratamientos que pueden ayudar a tu gato a sentirse mejor. El primer paso suele ser un tratamiento de una infección primaria, normalmente acompañado con antibióticos. Recuerda que esta enfermedad limita el funcionamiento de su sistema inmunitario, por lo que la prioridad, para no empeorar su estado, siempre va a ser reforzar las defensas de su organismo. 

Además, los expertos también recomiendan mantener al animalito lejos del estrés y de entornos de riesgo como parques, calles, techos, etc., de modo que no exista siquiera la posibilidad de adquirir otro padecimiento. Sin embargo, todas estas son medidas paliativas, este virus, lamentablemente no tiene cura y solo puede prevenirse realizando controles periódicos y evitando el contacto con animalitos en condición de calle, ya que ellos son más propensos a adquirir la enfermedad.

Esperamos que este contenido te haya sido de utilidad para enriquecer tu conocimiento sobre otras enfermedades que pueden poner en riesgo a tu adorado felino. Si quieres seguir leyendo más artículos de interés para garantizar el correcto cuidado de tu mascota, ¡no dudes en suscribirte a nuestroa portal web!